Reflexiones del Galeno-“Se me andan olvidando cosas”

Ayer en mi consultorio llegó una hermosa viejita de 83 años. La hija traía a la señora porque decía que le estaba fallando la memoria y era propensa a accidentes en casa. Tras una búsqueda rápida en Google, su hija leyó que podría tener demencia.  Me comentó que notaba que la señora se alejaba de las personas y que constantemente tenían que estarle repitiendo las cosas, inclusive una vez tuvieron que irla a buscar al parque porque no regresó de su paseo, la encontraron sentada en una banca preocupada de no saber el camino a casa. Además, la señora escribía poemas en un viejo cuaderno y hacía un par de meses que dejó de hacerlo. Tristemente no estaba equivocada, tras realizar un par de pruebas y algunos estudios se diagnosticó a la señora con Alzheimer y aunque probablemente estés pensando que es natural que una persona padezca de una alteración cognitivas a lo largo del tiempo, la realidad es que, de haber hecho un par de cambios en su vida o un diagnóstico temprano, hubiéramos podido hacer aún más por ella.

Tenemos muy arraigada la idea de que la demencia está relacionada con la memoria y la realidad es que no, solo algunos tipos de demencia se asocian a la pérdida de ella. La Demencia es la pérdida crónica de 2 o más habilidades cognitivas. La cognición es la capacidad de procesar información de la percepción y de la experiencia. Las habilidades cognitivas son la percepción, la atención, el aprendizaje, la velocidad de procesamiento, la memoria, el control ejecutivo, la comprensión, el lenguaje, la orientación, el razonamiento, la capacidad de realizar movimientos voluntarios como sostener algo y la capacidad de reconocer información previamente aprendida a través de los sentidos como interpretar un sonido y entender que es música.  Quizá hayas notado algunos cambios en la conducta de tus abuelos o papás, en alguna de esas habilidades y como no se asociaron a pérdida de memoria, lejos de llevarlo al médico solo pensaron que “cuando envejeció se hizo necio y corajudo”, cuando en realidad sufrió un deterioro en sus habilidades cognitivas y puede beneficiarse de tratamiento.

 Todos los adultos mayores a 65 años deben tener una cita periódica con su médico geriatra, quien se encargará de entre muchas otras cosas, de realizar pruebas de tamizaje para demencia. Sí bien el factor de riesgo más importante para su desarrollo es la edad, la realidad es que envejecer no tiene que ser sinónimo de deterioro cognitivo, el factor protector más importante es la estimulación y aprendizaje, esto es por lo que la incidencia de demencia en población con educación superior es significativamente menor a la vista en personas con menos estudios. Sin embargo, no quiere decir que la estimulación en etapas más avanzadas de la vida no presente un beneficio, por lo contrario, debemos impulsar a nuestros abuelos a ejercitar su mente. Otros factores de riesgo para el desarrollo de demencia de cualquier causa son las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, la dieta rica en grasa que favorezca el desarrollo de un evento vascular cerebral, las limitaciones cognitivas previas y la pobre actividad física y la poca participación en actividades sociales, académicas y culturales.

Existen cerca de 47 millones de personas con demencia en el mundo y se estima que para 2050 tendremos alrededor de 130 millones; tan solo en estados unidos se esperan casi 14 millones de personas. Hoy la demencia ocupa la sexta posición de causa de muerte en estados unidos y la quinta en personas mayores a 65 años. Iniciar en etapas tempranas el tratamiento farmacológico, la neurorrehabilitación y los cambios de vida retrasa drásticamente la progresión y desarrollo de la enfermedad.

Para el resto de nosotros que hoy en día gozamos de nuestras funciones cognitivas intactas, la recomendación es llevar una vida lo más saludable posible. Debemos Realizar ejercicio aeróbico, llevar un control adecuado de enfermedades crónicas, evitar el tabaco y mantener nuestra mente activa.  

La demencia tiene un costo gigante, no solo implica que el paciente sufra, significa la pérdida de la relación con él. No solo rompe la vida del paciente, rompe familias enteras.  Es responsabilidad de todos cuidar de nuestros ancianitos, llevarlos a consulta geriátrica para tamizaje de demencia es un acto de amor.

TFA