Desde Gran Bretaña- ¿La disolución de Gran Bretaña?

Hace casi siete años, poco más de dos millones de votantes escoceses mantuvieron a su país dentro del Reino Unido contra un millón y medio que prefería una nación soberana. Desde entonces, el Brexit ha cambiado la dinámica del Reino Unido, especialmente para Escocia, donde la mayoría votó por quedarse en la Unión Europea.

Y por segunda vez en siete años, esto podría cambiar aún más con otro intento por la soberanía escocesa.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, viene de celebrar lo que fue una victoria para su partido político, el Partido Nacional Escoces que, por un asiento en el Parlamento escoces, no obtuvo una mayoría directa. Solo falta pactar con otros partidos políticos – y nacionalistas – para poder proponer de nuevo otro referéndum con el objetivo de salirse del Reino Unido.

Mientras el Reino Unido se acerca a un modo de “normalidad” con ya más del 53 por ciento de la población con una dosis de la vacuna, Sturgeon no ha escondido su ambición de hacer del referéndum su más alta prioridad.

Aunque abatir el Covid-19 es lo más importante, Sturgeon ha aprovechado la situación para elevar el perfil de su partido con un nuevo – y más intenso – llamado a la separación del Reino Unido.

Otros políticos y especialmente el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, la han tachado de oportunista con el objetivo de “despedazar al país.” Johnson por su parte ha dicho que no aprobaría la petición para un segundo referéndum nacional sobre la pregunta escocesa. 

Johnson no es lo bastante popular en Escocia, pero eso poco importa cuando es el Parlamento en Londres, no el de Edinburgo, el que importa ya que el primero tiene que aprobar cualquier petición que pida cambios a la constitución británica.

Pero hemos visto el poder de los nacionalistas en esta última década con la victoria del Brexit y la elección de Donald Trump. Aunque Sturgeon no tenga pinta de ser un personaje como Trump, lo que propone es algo monumental y quizás, solo quizás, podría hacer que pase este referéndum que no sólo afectará el futuro de Escocia, sino el de Irlanda del Norte, Gales e Inglaterra también.