Un Gobierno Transformador

Conocemos al derecho y al revés el famoso lema de “La Cuarta Transformación”, siendo una frase que todas y todos los aduladores de la presente administración usan como estandarte para justificar sus acciones.

¿Será que realmente está sucediendo una transformación en este país?

De acuerdo con la Real Academia Española, la palabra “transformar” se define como la acción de “hacer cambiar de forma a alguien o algo”. Tomando en cuenta lo anterior, con el tiempo que lleva este gobierno se puede afirmar que se ha llevado a cabo un sinfín de cambios en nuestro país.

No hay que olvidar que en su momento el titular del ejecutivo prometió regresar el Ejercito a los cuarteles, y hoy viven su propia transformación, edificando un aeropuerto junto a un “cerro”, construyendo un Tren Maya, trasladando gasolina para el supuesto combate al “huachicoleo”, erigen Bancos del Bienestar – que se conoce que no han podido conseguir ni los cajeros automáticos para colocarlos – y hasta distribuyen libros de texto gratuitos.

Esta administración ha transformado su visión frente al medio ambiente poniéndolo en segundo plano y dándole prioridad a su “Proyecto de Nación”. De acuerdo con la Asociación Mexicanos Contra la Corrupción, el famoso proyecto del Tren Maya avanza sin que se garantice una protección al medio ambiente, destacando que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) nunca concluyó los estudios afines para determinar la factibilidad ambiental del proyecto.

En materia de salud, esta transformación desapareció el Seguro Popular para introducir el inoperante Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que no ha sido capaz de garantizar tratamientos oncológicos a miles de niñas, niños y mujeres quienes padecen cáncer.

Entre la decisión por parte de la administración actual de cesar los apoyos a la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM), y la deshonrosa situación del desabasto de medicamentos oncológicos para niñas, niños y adolescentes con cáncer, se puede constatar su desinterés por procurar nuestra salud.

A lo que a esta transformación sí le interesa procurar es su éxito en las próximas elecciones, que con todo y que las proyecciones les auguran una gran ventaja contra sus opositores, ellos están dispuestos a todo.

Empecemos con la clásica estrategia de engañar al electorado; por ejemplo, el partido mayoritario, en sus comerciales anuncia una supuesta propuesta para “donar la mitad de su presupuesto para la compra de vacunas contra el Covid-19”, en donde el INE ya hizo público que aún no recibe dicha solicitud, para concretar la donación del 50% de su financiamiento público. Además, es importante aclarar que, aunque así fuera el caso, estos recursos no se podrían destinar para ese fin. Es decir, es una muestra más de la demagogia a la que nos tienen acostumbrados.

Otra de las movidas taquilleras de nuestro demagogo y que también abandera con su lema de la transformación, es su promesa de aumentar el apoyo para adultos mayores, así como la disminución en la edad para poder recibirlo, cambiando de 68 a 65 años beneficiando a más de 10 millones de personas.

El presidente detalló que el aumento del 15% sería a partir de julio de este año, que es ahí donde reside el problema ¿no es muy extraño que dicha promesa empieza a correr un mes después de las elecciones? Esto no es más que un señuelo para captar a las y los adultos mayores para que voten por el partido político que logró iniciar esta “Cuarta Transformación”.

Sir Winston Churchill ya lo decía: “El político se convierte en estadista cuándo comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.

Hoy más que nunca, tenemos que salir a votar. Ya será cuestión del electorado decidir sí la “Cuarta Transformación” está cambiando para bien el destino de nuestro país.