Retrato Ormeta-El presidente SÍ tiene su “tapado” presidencial

El presidente de la República respira y come todo el tiempo pensando en política, sus acciones de gobierno van encaminadas a ello, sus discursos y sus declaraciones públicas lo reafirman.

Ante esto, no resultó sorpresiva aquella declaración en donde mencionó a todos sus posibles sucesores, desde la jefa de Gobierno hasta el actual canciller figuraron entre los nombres mencionados. El jefe de la nación presentó ante la sociedad y lanzó al ruedo a sus posibles sucesores, con la clara intención de que la ciudadanía fuera familiarizando con los nombres, así como poner pruebas de fuego de lealtad a sus colaboradores al conocer sus reacciones y movimientos al ser considerados como candidatos presidenciales.

Es cierto que, al lanzar los nombres de sus posibles sucesores a la arena pública, el presidente mencionó que quedaron a atrás los tiempos en que figuraban los “tapados” presidenciales y que ahora la transparencia de sus posibles sucesores sería la regla. Sin embargo, el peligro de exhibir a sus posibles sucesores, es que estos están agarrando los cuchillos para dañarse entre ellos e incluso más temprano que tarde intentarán cometer parricidio para buscar la candidatura presidencial, por eso, con el buen olfato que le caracteriza al jefe de la silla del águila, es que se está guardando una carta que aún no ha jugado y que no es más que el famoso “tapado” de quien estamos hablando.

Así es, al actual secretario de Gobernación lo ha venido ensalzando y ciudadano como nunca. En efecto, primero lo dotó de grandes facultades políticas y operativas para poder trabajar, tan es así que actualmente es el encargado de la política interna pues tiene a su cargo la relación con el Poder Legislativo y con el Poder Judicial, así como la misión de dialogar con la oposición y con los gobernadores. Esto es, a diferencia de la exministra Sánchez Cordero, el nuevo secretario de Gobernación tiene la plena confianza y respaldo de la venia presidencial para poder operar políticamente temas de gobierno. Un detalle nada menor, para un presidente que le gusta concentrar todo el poder, pero que se muestra deferente de dar margen de operación a su colaborador en Gobernación.

Más aún, el presidente esta protegiendo al secretario de Gobernación, pues al no lanzarlo como un prospecto sucesor, evita que lo ataquen y que le impidan operar los temas que interesan en Palacio Nacional. Esto es, el presidente López Obrador le da reflectores en la política interna y al mismo tiempo, lo cuida para que no lo ataquen, esto sumado al fino trabajo que realiza Adán Augusto como titular de SEGOB, pues comprendiendo el juego en el que esta, su trabajo lo ha venido realizando sin mucho ruido, pero eso sí con mucha efectividad. Ha resuelto problemas, es el puente con opositores y mantiene en línea todas las prioridades de la administración, su trabajo es bien visto y su nombre empieza a sonar con peso entre los mismos integrantes de MORENA.

Es también bien cierto que, la favorita para suceder al presidente es la jefa de gobierno, sin embargo, si por alguna razón no llega a crecer su figura o se tropieza en el camino, el inquilino de Palacio Nacional tiene un candidato B, y para nada es el canciller como muchos pensamos, sino que el posible sucesor B es el también tabasqueño que despacha en el edificio de Bucareli…

Omerta: Cada vez se ven más alejados y la confrontación luce inevitable, la pregunta es cuándo sucederá el rompimiento entre el presidente y el coordinador de la bancada morenista en el Senado, el zacatecano Ricardo Monreal.