Retrato Ormeta-¿AMLO usará la figura del “tapado” para elegir sucesor como Ruiz Cortines?

Corrían los tiempos finales del sexenio del presidente Adolfo Ruiz Cortines y su sucesión parecía decidirse entre dos políticos sagaces que venían construyendo sus propias bases políticas, por un lado, se encontraba el también veracruzano Ángel Carbajal ocupando la poderosa Secretaría de Gobernación y por la otra esquina, se encontraba el carismático nayarita Gilberto Flores que ocupaba la nada despreciable Secretaría de Agricultura. Desde la prensa hasta los corridillos políticos se sabía que alguno de ellos sería el próximo presidente de la república, su fuerza y los reflectores los habían catapultado a ser considerados los servidores públicos estrellas del sexenio ruizcortinista de 1952-1958. 

Sin embargo, faltaba la palabra final del gran elector, pues la decisión determinante la tendría el presidente Adolfo Ruiz Cortines, quien como buen jugador de dominó supo jugar sus fichas determinantes para hacer a un lado tanto a Carbajal como a Flores para imponer a su verdadero candidato. En efecto, conocedor del sistema político, jugador nato de las reglas no escritas en la política y con una audacia que pocos políticos tienen, inauguró la famosa figura del “tapado”, una figura política que consistiría en que el funcionario público que menos esperabas o imaginabas podía llegar a convertirse en el candidato oficial del PRI. El “tapado” de Ruiz Cortines sería nada menos que su secretario del Trabajo, el abogado Adolfo López Mateos. 

Durante todo el sexenio Ruiz Cortines estuvo poniendo pruebas a sus subalternos, les ponía trampas para probar su probidad e incluso calaba sus intenciones con una simple conversación. De ahí que, con su buen ojo clínico, Ruiz Cortines supo valorar el tacto conciliatorio de su secretario del Trabajo para apaciguar los movimientos sindicales que amenazan con terminar su relación con el PRI, así como también tomó mucho en cuenta que López Mateos era un político pulcro, modesto y con un bajo perfil similar al suyo. Más aún, para Ruiz Cortines la determinación de elegir a López Mateos fue porque éste último sabía escuchar los consejos y no tenía ambiciones desmedidas que dieran un viraje a las políticas ruizcortinistas. 

Cuentan las leyendas políticas que fue el mismo Ruiz Cortines quien les dio alas a los otros candidatos favoritos populares, para que tanta luz y atención los desgatara por los ataques que recibirían para truncarlos. En una jugada paralela preparaba a López Mateos y lo protegía no sólo de ataques de sus adversarios, sino también de trepadores y oportunistas. Finalmente, para completar su plan maestro, seis meses antes de que se supiera el nombre de su sucesor, para probar su lealtad, decidió retirarle sin explicación alguna la palabra a López Mateos y al mismo tiempo, debilitaba mina a mina los cimientos de sus otros posibles sucesores que amenazaban con complicarle la sucesión. 

El resultado es conocido, López Mateos se mantuvo firme y leal, obteniendo la candidatura presidencial y así convertirse no sólo en sucesor de Ruiz Cortines, sino también en ser el primer tapado en llegar a la silla del águila. De ahí que, el nacimiento del famoso tapado se inauguró en esa sucesión presidencial y sería replicada durante todos los sexenios en donde el PRI era el gobernante. Así, creciendo bajo esa figura política, el presidente López Obrador, aunque lo niegue, seguro está usando las mismas técnicas para lograr imponer a su favorito y también está desgastando a quien no tiene sus simpatías, por eso se deben andar con mucho cuidado Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum porque puede ser que el verdadero candidato aún no da el salto decisivo que los deje fuera. 

Ormeta: La reforma electoral que presentó el presidente tiene sus matices, pues tiene aberrantes propuestas como la elección por voto popular de los funcionarios electorales, pero también tiene propuestas interesantes como el esbozo del voto electrónico.