Retrato Ormeta – A luchar por la supervivencia del INE

El Instituto Nacional Electoral (INE) es un monstruo enorme porque es un árbitro que tiene facultades constitucionales para vigilar casi toda la actividad electoral. La Constitución dota al INE para que pueda fiscalizar todo el dinero destinado al rubro electoral, también lo faculta para controlar la propaganda gubernamental, le autoriza a dar y quitar registros a organizaciones políticas, emite las identificaciones oficiales para que los ciudadanos puedan votar, así como construye el padrón electoral que hace fiable la cantidad de personas que pueden ir a las urnas, entre otras muchas funciones. Como autoridad administrativa trabaja no sólo durante los procesos electorales federales, sino que también labora en la organización de los procesos de cada entidad federativa, situación que provoca que esté trabajando todos los días de todos los años.

Así es, como ciudadanos tenemos la impresión de que el INE sólo trabaja el día de la jornada electoral. Sin embargo, esa es una percepción errónea porque dicha autoridad electoral está trabajando las 24 horas durante todo el año, sólo que vemos culminado su trabajo cuando llega el día de las votaciones. Y esto se debe a que hay una planeación puntual que permite una excelsa organización de las elecciones, hay plazos muy delineados para todo el proceso en cualquier rubro de la materia, pues desde registrar candidaturas hasta presentar impugnaciones pasando por temas meramente administrativos como la organización de debates electorales cuentan con fechas muy delineadas que permiten que el proceso electoral avance abarcando con pulcritud cada una de sus aristas. Es muy complejo el organizar una elección y el INE siempre ha estado a la altura de la tarea, tan es así que ningún partido político se ha quejado de una mala organización o mala programación de una elección federal o estatal.

El INE vive para garantizar la imparcialidad y fiabilidad de las elecciones, fue creado justo para responder a la enorme desconfianza que hay entre los jugadores electorales por sentirse inseguros al no contar con las condiciones de igualdad para ganar una elección. De ahí se explica la razón de que el INE tenga muchas facultades porque debe velar para que haya un clima adecuado e imparcial que permita que todos los participantes tengan la certeza de que los resultados en las urnas concuerdan con la voluntad popular, conexión a la que puede sólo llegarse teniendo procesos pulcros que eviten contaminar la decisión de la ciudadanía puesta en las urnas. La tarea no es nada sencilla, si tomamos en cuenta que el árbitro decide en una cancha de ambiente hostil en donde se parte de la premisa de que cualquier acción de los jugadores electorales tiene como sustento la mala fe o el hacer trampa para ganar a toda costa.

Por todo esto, el INE es costoso y les cuesta mucho a los mexicanos porque para que pueda cumplir todas sus tareas constitucionales necesita de un servicio profesional de carrera que conozca hasta la médula el sistema electoral, así como requiere el suficiente recurso económico para que pueda cubrir sin contratiempos todos los rubros del ramo que van desde la expedición de las credenciales de elector hasta la compra de papeletas que llevarán el voto ciudadano. En efecto, si queremos que el árbitro atienda a cabalidad todas sus funciones que tiene el campo electoral entonces requiere del presupuesto necesario para operar, nuestra democracia es costosa no porque el árbitro sea caro sino se debe a que en la materia hay una creciente desconfianza en los resultados electorales y porque hay una casta política que no respeta las reglas dadas para competir.

Esto es, en este clima de desconfianza, teniendo a partidos políticos y actores que basan su actuar en ganar a costa de pasar encima de todos los principios constitucionales, resulta claro que se necesita de autoridades que busquen dar certeza a los resultados electores, lo cual, va a resultar necesariamente costoso en términos económicos. Las democracias en el mundo no son baratas, en México por la cultura democrática tan pobre que tenemos necesitamos de autoridades electores como el INE para que vigilen todo, y para esto, se necesita de mucha inversión. Por eso, sí no hay una mejora en la cultura democrática electoral, el INE debe seguir dando lucha para que nos siga dando resultados fiables en un ambiente electoral tan poco confiable… De ahí la importancia de que el INE sobreviva dadas nuestras condiciones democráticas actuales.

Ormeta: Una gran noticia que, por primera vez en la historia, una mujer encabezará la Escuela Federal de Formación Judicial. La doctora Josefina Cortés será su primera directora. Buenas noticias judiciales.