Reflexiones del Galeno-Parkinson

Siempre que le platico a mi madre de alguna enfermedad o de cómo funcionan los órganos me contesta con un “La gente camina y no sabe ni como” y es que sí, realmente no somos conscientes de los miles de procesos sucediendo al unísono para que podamos vivir con la naturalidad de siempre. El ejemplo claro es el sistema nervioso, nadie es consciente de los miles redes neuronales activándose en su cuerpo para poder realizar procesos que parecen tan simples, como el mirar hacia a un punto en específico o parpadear. Además, de las múltiples sustancias químicas implicadas para estimular o inhibir los impulsos que conducen a la acción.  Simplemente el cuerpo es una maquina increíble. Sin embargo, el cuerpo, al igual que todo circuito, no está exento de fallar y las fallas en sistemas tan finos como el sistema nervioso que es nuestro cableado¸ suelen ser muy sintomáticas y tener un alto impacto en la vida de las personas.

Los trastornos del movimiento son un espectro amplio de enfermedades del sistema nervioso central que condicionan una mayor cantidad de movimientos o movimientos más lentes o en menor cantidad.  Seguramente al escuchar de la enfermedad de Parkinson inmediatamente piensas en personas con temblor y postración. Sin embargo, el escenario ha cambiado muchísimo para esta clase de pacientes.  La enfermedad de Parkinson es un trastorno del sistema nervioso central, producido por el daño estructural de las zonas productoras de dopamina. La dopamina es una sustancia vinculada con la regulación la afectividad, emotividad y la conducta motora.  Una disminución de dopamina se relaciona con alteraciones del sueño, trastornos psicoafectivos y alteraciones motrices, principalmente con una disminución de la capacidad de movimiento.

A pesar de que se cree que es el temblor, el principal síntoma del Parkinson es la lentitud de los movimientos. La evolución natural de la enfermedad inicia con alteraciones poco específicas, como alteraciones en el ciclo del sueño, alteración en la percepción de los olores y sensación de rigidez en las extremidades. Generalmente en etapas tempranas, previas al inicio del temblor, aunque es importante decir que no todos los pacientes presentaran temblor, son pacientes que han sido abordados por muchos doctores por un cansancio crónico y sensación de debilidad. Una vez presentado el temblor el diagnóstico se vuelve más evidente.  Otro hallazgo característico es la inestabilidad postural, es decir están chuecos,tienden a tener posturas aberrantes, se ve un hombro más arriba que el otro o se joroban.  El Parkinson no suele tener gran repercusión en la capacidad de pensamiento y razonamiento del paciente y el deterioro cognitivo al que se relaciona es a muy largo plazo, por lo que los pacientes suelen notar sus alteraciones.

El diagnóstico de Parkinson es clínico, requiere una exploración minuciosa por parte de un experto neurólogo. La enfermedad es progresiva y el tratamiento se limita al control de los síntomas. Sin embargo, existen muchas opciones de tratamiento que pueden impactar fuertemente en la calidad de vida de los pacientes, logrando mejorar significativamente su capacidad de movimiento y logrando un control del temblor hasta volverlos en muchos casos imperceptibles.

Los trastornos del movimiento son un factor de riesgo directo para el desarrollo de alteraciones psicoafectivas como la ansiedad y la depresión, impactan severamente en la calidad de vida de los pacientes y es de suma importancia orientar a los pacientes a buscar apoyo por neurología, pues los tratamientos son altamente efectivos y pueden mejorar sus condiciones generales y permitirles llevar una vida con muy pocas limitaciones por un gran periodo de tiempo.

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