Reflexiones del Galeno-Jerusalén

Oh, la religión. “El opio del pueblo” como diría Marx, este conjunto de creencias y costumbres puede traer paz o estrés dependiendo de a quien le pregunten. Aunque existan más de 10 mil religiones alrededor del mundo, generalmente en su fondo todos buscan explicar el origen del mundo y por qué estamos aquí. Muchos tienen su base en algún texto donde se describen eventos fantásticos y seres con poderes fuera de este mundo. Aunque estas creencias no necesariamente representan algún trastorno mental, muchas de estas ideas pueden hacerse más fuertes al acompañarse de un trastorno psicótico.

Los trastornos psicóticos son eventos en lo que se cursa con una desconexión con la realidad, alucinaciones o delirios afectando la calidad de vida de las personas que lo sufren, la esquizofrenia es el trastorno psicótico por excelencia. Existe uno en particular que sucede con creyentes muy devotos al viajar o planear un viaje a Jerusalén, llamado “síndrome de Jerusalén”. Este trastorno psicótico se genera en múltiples turistas cada año al visitar lugares representativos para su religión, se dice que al menos 1200 turistas han desarrollado un subtipo de este trastorno. Debido a su relativa frecuencia, esta patología ha sido el objetivo de múltiples investigadores donde se ha podido dividir en tres tipos diferentes.

El primero suele ocurrir en personas que tienen una historia previa de enfermedades psiquiátricas. Estas personas inician con una necesidad imperiosa de “cumplir una misión en la tierra santa”, además, creer fuertemente que son un personaje de la biblia o tener una idea mágica y curativa de los lugares que ellos consideran sagrados. Se encuentran convencidos que son Abraham o Jacob, o piensan que acudir a la iglesia del santo sepulcro los curará de alguna enfermedad. Otro subtipo de este síndromese desarrolla colectivamente en grupos que visitan lugares religiosos; no necesariamente deben de tener historial de presentar una alguna enfermedad mental previa, pero el estar con un grupo que tengan ideas muy fuertes puede convencer a las demás personas de su grupo de que tienen un objetivo, un plan o una misión que cumplir en dichos lugares.

Finalmente el ultimo subtipo conocido como “síndrome de Jerusalén puro” es aquel que se desarrolla sin ninguna enfermedad psiquiátrica de fondo y debutaron con una psicosis al viajar a este país. Estos pacientes suelen iniciar con un sentimiento de ansiedad o preocupación inespecífica, así como una obsesión con la limpieza. Posteriormente desean separarse de su grupo o familia para turistear por Jerusalén ellos solos.. aquí es donde comienza su preparación: toman toallas, cortinas de baño, sábanas o cualquier tela que pudiera servir de toga y empiezan a gritar o cantar versículos de la biblia (lo cual sirve como una bandera roja para guías turísticos o personal de los hoteles). Finalmente las personas inician una procesión hacia alguno de los lugares sagrados de Jerusalén donde al llegar comienzan a profesar o dar un sermón donde invitan a todos los asistentes a ser mejores personas y vivir vidas más sencillas. No siempre es el discurso más estructurado o con sentido, pero suele tener una buena intensión de fondo.

Afortunadamente, las autoridades y unidades de atención psiquiátrica ya tienen bien identificados estos padecimientos por lo que se tienen planes de contingencia e instrucciones para los hoteles o guías turísticos y evitar que estos casos evolucionen. Con el tratamiento adecuado, en menos de una semana estas personas vuelven a ser ellos mismos, sin embargo, es recomendable para estas personas no acercarse a lugares que representen algo importante dentro de su fe para evitar que estos cuadros vuelvan.

TFA