Reflexiones del galeno-Cáncer

El cáncer es una de las enfermedades más estigmatizadas, pareciera sinónimo de muerte o condena. Es una palabra que se evita, esto porque hiela el corazón  y eriza la piel. Pero, no solo la palabra, se evita al cáncer, pareciera que se tiene una postura de “si no lo veo, no existe”, ignorando las campañas de prevención, ignorando las recomendaciones para una pronta detección.

El INEGI en 2014 dio a conocer que la incidencia del cáncer de mama es tanta, que cada 9 minutos se detecta un nuevo caso, además destacó que el cáncer de mamá es la principal enfermedad diagnosticada en mujeres de más de 20 años y es la segunda causa de muerte en este mismo grupo de edad.

“Cáncer” hace referencia a una enfermedad maligna que se caracteriza por un crecimiento celular acelerado capaz de establecer un proceso tumoral que en un primer momento invade regionalmente pero puede extenderse al resto del cuerpo, dañando de varias formas los órganos, comprometiendo el estado inmunológico del paciente y  su capacidad funcional.

Octubre es el “Mes de la sensibilización del cáncer de mama” , se celebra en todo el mundo, esto para aumentar la atención y el apoyo a la causa, tratando de impulsar la detección. En apoyo se utiliza un listo rosado, esto debido a que la Fundación Susan G. Komen en 1991  obsequió listones a los participantes de una carrera en la ciudad de Nueva York, en alusión a los sobrevivientes del cáncer de mama.

Aunque por la gran incidencia de cáncer de mama pareciera que es una enfermedad imparable, la realidad es que es una enfermedad altamente tratable, esto porque de llevarse adecuadamente un proceso de vigilancia y tamizaje, se puede lograr un diagnóstico precoz y ser en muchos  casos curativos; es una enfermedad para la que se tienen muchas líneas de tratamiento. Desafortunadamente son pocas las mujeres que se realizan autoexploración de los senos y a un menos las que acuden de manera periódica al médico, por lo que la gran mayoría de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas, cuando las posibilidades son pocas y el alcance del tratamiento es limitado.

Debemos sumar esfuerzos y la primer medida debe ser generar conciencia, es importante que tanto hombres y mujeres entendamos que el primer paso para tener un buen pronóstico para una enfermedad se basa en la detección temprana y en este caso la pauta la marca la autoexploración, explorase periódicamente los pechos en búsqueda de cambios en la piel, en su textura, coloración o forma, la presencia de una masa o induración y la aparición de descarga de secreción por el pezón, son cambios que deben alertar. 

Las mujeres de más de 20 años deben iniciar su exploración y comenzar con citas periódicas al ginecólogo para llevar un control regular, especialmente aquellas con antecedentes familiares de cáncer. El médico recomendará según considere conveniente en cada caso en particular un estudio de imagen de manera regular para complementar la supervisión. 

Existen distintos programas sociales impulsados por el gobierno o fundaciones de las cuales pueden apoyarse para que se facilite la asesoría médica. No hay excusa para no cuidarse.

Es de llamar la atención y es verdaderamente un insulto para todos nosotros, población, gobierno y personal de salud, el que la principal causa de muerte por cáncer en la mujer, sea un cáncer potencialmente curable. No estamos haciendo las cosas bien.

TFA