¿Qué es el duelo?-Eres magia

¿Qué es el duelo? Experimentado por todxs en algún momento de nuestra vida, pero a su vez temido y negado por la mayoría. Una de las paradojas más grandes de la humanidad. Temerle, a lo inevitable. El duelo es un proceso por el que las personas pasamos cuando sentimos que perdemos algo. Desde planes inesperados, cambios, o pérdidas literales de tiempo, espacio o personas. Muchas veces creemos que solo experimentamos un duelo cuando muere una persona. Pero es mucho más profundo que eso.

Un duelo también se vive cuando nos mudamos de casa, de país, cambiamos de puesto, de roles (como cuando alguien se convierte en madre, hermano, padre, etc.) Otro gran ejemplo de los mayores y más dolorosos duelos que nos toca vivir como seres humanos es el duelo por nuestra infancia. Esa es de las transiciones más difíciles que se vive en la adolescencia. Ya que nos enfrentamos al duelo por nuestra niñez, nuestro cuerpo infantil, la idealización de nuestros padres y el darnos cuenta en realidad como son ellos y el mundo.

Recordemos cómo fue para muchos, una de las épocas más caóticas en nuestra vida. Nos enfrentamos a este profundo y difícil duelo lleno de caos y dolor, y encima de esto muchas veces no contamos con las herramientas para manejarlo.

El duelo como tal, como cualquier proceso, tiene un inicio y un final. Se conoce que el duelo tiene diferentes etapas por la cuales una  persona transita, establecidas por la psiquiatra reconocida Elizabeth Kubler Ross.

La primera es la etapa de la negación, la cual en su naturaleza se le conoce como uno de los mecanismos de defensa más utilizados por las personas. Es el famoso momento de “no ha caído el veinte” o en otras palabras, se niega lo ocurrido. Esto tiene como objetivo que la persona pueda “funcionar”, normalmente se entrar en estos estados a manera de protección como su nombre lo dice, por que a la persona le sobrepasa la situación, resulta muy abrumante, no tiene las herramientas para manejarlo y/o necesita tiempo para asimilar esta pérdida. 

Después sigue la ira: etapa en donde la persona siente mucho enojo, frustración e impotencia respecto a lo sucedido y respecto a no poder modificar los suceso ocurridos antes y durante, de la pérdida. La tercera etapa es la negociación, que consta en el diálogo también conocido como: “si hubiera…”, “si hubiera hecho esto”, “si no hubiera hecho”. Yendo y viniendo en la fantasía de diversas acciones para intentar ver escenarios posibles de solución o de resolución diferente a los eventos ocurridos.

La cuarta etapa es la depresión. Aquí aparecen todos los sentimientos de tristeza, desesperanza, soledad, dolor y vacío. Es esta etapa la que más tiene en común con la depresión clínica o depresión como trastorno. Sin embargo, este es un “paso” del proceso de duelo y no un estadio “prolongado” como en la depresión. El ultimo paso del proceso de duelo es la aceptación, en donde por fin se puede llegar en cierta medida a integrar y reconocer que la pérdida ocurrió y tiene que haber cierta adaptación a esta nueva realidad.  

La depresión clínica o un trastorno de depresión, tiene que ser diagnosticada por un profesional de la salud mental, en este caso un psiquíatra. Las principales diferencias entre depresión y duelo son las características específicas de cada una de ellas y el tiempo de duración. Por una parte el duelo, es algo natural por lo cual todas las personas atraviesan múltiples veces en su vida. La depresión es un estado de ánimo constantemente deprimido. El duelo se le conoce por tener oleadas de dolor y se vive como un proceso intermitente.  Es un proceso sano, natural e inevitable y la depresión es un trastorno que solo algunos desarrollarán.

Cuando se habla de depresión también se habla de la historia de la persona que la vive. Es decir, en el desarrollo de una depresión  influye el historial de la persona, eventos detonantes, herramientas para manejar esta situaciones, genética, herencia y las estructuras psíquicas de la persona, todos estos factores tienen un papel fundamental en el desarrollo de este trastorno. También es cierto que un duelo mal manejado puede llevar a una persona susceptible, a una depresión.

En la depresión también hablamos de un malestar significativo en muchas de las áreas de la persona llevándolo a ser disfuncional en su día a día. A diferencia de un duelo, la depresión normalmente tiene que ser intervenida por un equipo interdisciplinario de especialista es decir psiquiatría y psicología.