Eres magia- Hablemos de lo los sentimientos: Aprender a aceptar la emoción y manejar el sentimiento

¿Alguna vez te habías preguntado cuál es la diferencia entre sentimientos y emociones? Es una confusión bastante común. ¿Recuerdan que alguna vez habíamos platicado sobre como nuestra sociedad no es una que esté muy en contacto con sus emociones y sentimientos? Hablábamos también de cómo podemos ver esto en nuestra cotidianidad.

Cada vez que alguien nos pregunta ¿cómo estamos? Contestamos: bien, sin darnos cuenta o ya tan en automático que no observamos que “bien”, no es una emoción y que en realidad rara vez compartimos y/o nos damos cuenta nosotrxs mismxs, de qué es eso que estamos sintiendo en determinado momento o situación.

Empecemos con las emociones, la respuesta corta es, que son reacciones a un estímulo. La respuesta larga es que las emociones son respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo, puede ser algo que veo, algo que oigo o algo que pienso.

Es decir, hay cambios químicos en mi cuerpo cada que siento una emoción y estas son desatadas por algo externo u interno. Espero que todxs conozcamos cuáles son las emociones básicas: enojo, miedo, sorpresa, felicidad, tristeza y asco, claro todxs recordamos la película de intensamente de Disney. Ya establecimos que en nuestra cotidianidad no utilizamos mucho estas palabras, pero por lo menos en un nivel superficial las identificamos.

Ahora, qué tanto sabemos identificar estas: melancolía, vacío, inutilidad, aversión, pasión, optimismo, curiosidad, etc. Estas no tanto ¿verdad? Igual todas son emociones, pero claro que, si no estamos tan en contacto a veces se nos olvida su existencia. 

Antes de continuar con las funciones de las emociones, me gustaría compartirles algo que yo llamo una de las leyes de las emociones. ¿Por qué leyes? Por que es algo que va a ocurrir sí o sí. La ley es la siguiente: las emociones SIEMPRE se van a sentir, queramos o no, sepamos cuál es o no y sepamos manejarlas o no.

¿No me creen? ¿Alguna vez han tenido dolor de cabeza después de un suceso fuerte como una pelea, o un susto?, ¿Alguna vez les ha dolido el estomago, la famosa gastritis o colitis nerviosa, colon irritable, han ido al medico y les dice que es estrés o ansiedad pero que no hay una razón medica, fisiologica para el malestar? Bueno, bienvenidxs a sus emociones, a la experiencia de éstas saliendo. Yo les dije que iban a salir sí o sí. La diferencia es que a veces “no nos damos cuenta” de que ese malestar físico es la emoción no teniendo de otra que salir a través del cuerpo.

Las emociones tienen muchas funciones, pero por ahora nos enfocaremos en tres principales. La primera es que nos motivan a la acción, es decir, son el motor para que hagamos algo respecto de la misma emoción. En segundo, las emociones comunican e influencian a los demás, a las demás personas que nos rodean.

Recuerden que las expresiones faciales y el lenguaje corporal comunican más que el habla. Además, de acuerdo a las emociones que estemos mostrando al mundo, las demás personas ya sea de manera consciente o inconsciente van a tratarme de determinada manera. Finalmente, las emociones nos vienen a decir algo, nos dan información sobre nosotrxs mismxs.

Nos invitan a preguntarnos ¿Por qué me evoca esta emoción?, ¿Por qué me provoca esto?, ¿Qué me quiere decir, de mí, de la situación y de lo que la situación me provoca? Es una entrada a nosotrxs.

Por oro lado, los sentimientos nacen de las evaluaciones, interpretaciones y atribuciones que hacemos de nuestros sucesos. Les compartiré una ecuación muy simple para poder entenderlo mejor. Sentimiento = emoción + pensamiento.

El sentimiento es asignarle un significado a la emoción. Vamos a continuar desmenuzándolo, comencemos con las emociones: las emociones son estados transitorios, se dan de forma inconsciente, ocurren primero, contienen reacciones fisiólogas, se dan de manera espontánea y normalmente son más intensas.

Los sentimientos tienen una duración más larga, toma más tiempo en formar, una emoción puede despertar varios sentimientos y se pueden regular mediante pensamientos. Lo más impresionante y rescatable de todo esto, se podría decir que es lo último. Los sentimientos se pueden regular mediante el pensamiento. 

Hemos hablado arduamente de nuestra eterna búsqueda de poder controlar las cosas que nos rodean y a nosotrxs mismxs. Hemos establecido que aunque es algo casi imposible controlar lo que nos rodea, sí tenemos manejo sobre muchas cosas de nosotrxs mismxs. Los sentimientos son una de estas cosas.

¿Cómo aprender a manejar mis sentimientos? Algo simple de explicar, difícil de llevar a acabo. Lo primero sería identificar la emoción, dale un nombre y siente cómo y dónde (qué parte de tu cuerpo) la sientes. Después, identificar y nombrar los sentimientos que acompañan a esta emoción, en otras palabras conocerme lo suficiente para poder nombrar y diferenciarlos todos.

Normalmente los sentimientos se tornaran más difíciles de manejar si son acompañados de algo llamado pensamiento irracionales, también llamados pensamientos rígidos o pensamientos automáticos.

Son estos pensamientos que tienden a ser negativos, extremistas, a futuro y/o totalitarios. Si logramos cambiar la interpretación de nuestros suceso, también cambiaremos nuestros sentimientos sobre los hechos. Regresándonos responsabilidad y manejo sobre nosotrxs mismxs algo muy poderoso pero a su vez muy difícil.

Un gran tip que les compartiré para adentrarse más al mundo de sus propios sentimientos y emociones es utilizar el mindfulness. Más adelante platicaremos más sobre esta practica pero básicamente es una técnica que nace de la meditación.

Que es hacer conciencia y observar la realidad en el momento presente. Sin juzgarnos, únicamente contemplar lo que sucede, lo que sentimos en este momento para eventualmente aceptarlo.

El mindfulness nos puede ayudar a regular estos sentimientos, siempre y cuando se logre: observarlos, identificarlos, saber de donde vienen, aceptarlos y expresarlos. Sí, todo eso tiene que suceder para que yo comience a tener una relación sana con mis sentimientos y emociones.

Por que finalmente son MÍOS y de nadie más, nadie más me puede decir qué siento y nadie más los puede sentir por mí.