Eres Magia- Eres muy sensible

Eres Magia- Eres muy sensible

Una frase que es utilizada para describir a muchas personas que deciden mostrar sus emociones, y en ocasiones eligen el llanto como estrategia para sacarlas. ¿Qué refleja esta frase respecto a nuestra sociedad?, ¿En mi opinión?, varias cosas.

Empezando por que muchas veces es utilizada para minimizar las emociones de los demás. Continuando con que es una frase que claramente muestra una percepción aversiva que tiene quien la dice hacia las emociones.

Hemos hablado varias veces sobre como todxs somos espejos. El decir frases como “eres muy sensible” en tono de rechazo o con desdeño, no es más que una incomodidad que tiene el otro al ver a alguien que si expresa sus emociones, y le refleja su propia incomodidad a sus propias emociones.

Lo cuál abre la puerta a que esa persona se pregunte ¿por qué me… incomoda, molesta, irrita, que esta otra persona muestre sus emociones o sea sensible?, ¿Eso a mi en que me afecta o qué me mueve? Entonces, esta frase en realidad habla más de quien la dice, que de quien la recibe. 

La realidad es que no solo eso, pero una vez más, nos deja ver cómo es que la sociedad tiene una relación sumamente disfuncional con las emociones. Eso se traduce a que la mayoría de la gente tiene una relación, “mala” y distante con sus propias emociones. E incluso eligen la disociación como estrategia para “sobrellevarlas”.

Disociar hace referencia a “separar” o crear espacio entre ellxs y sus emociones, como si estas fueran ajenas o estuvieran fuera de ellxs. Todo esto, se refleja en algo disfuncional que nos afecta como personas y a su vez como sociedad. Insisto que no es casualidad que actualmente los números de trastornos de ansiedad sigan en el alza, siendo que la  estrategia más efectiva y eficiente para el tratamiento de la ansiedad es… sentirla.

Que con sentirla nos referimos a identificar la emoción, dándole el nombre adecuado, entender de dónde viene y qué nos quiere decir, para después poder decidir convivir con ella y elegir una actividad para dejarla salir. Pero cómo nos aproximamos al inicio de este proceso, si la primera reacción que tenemos es rechazo en cuanto la sentimos. No solo cuando la sentimos, pero también cuando la vemos en el otro y la rechazamos automáticamente.  

Vivimos en una sociedad que elije estar “adormecida” e inadvertida a la realidad en la que vive. Por que por más que se quiera evitar o negar, pocas cosas son tan seguras en la vida como: la muerte, y que los sentimientos se van a sentir, sí o sí.

¿No creemos que esto sea real? ¿Y qué tal esas gastritis o colitis nerviosas sin origen orgánico, las migrañas, cistitis, dermatitis, tics en los ojos, etc.? El cuerpo expresa la emoción que la mente se niega a reconocer. No por nada existen libros enteros y miles de investigaciones sobre la somatización. La mente y el cuerpo son muy poderosos y en conjunto aunque creamos que podemos controlarlas “evitándolas, negándolas o dejándolas de lado”, el cuerpo se va a encargar de sacarlas. Paradójicamente esto lo hacemos para tratar de “controlar”, y pareciera que entre más lo intentamos menos control sobre ellas tenemos. 

Retomemos el tema de minimizar. En su mayoría quien enuncia estas frases como “eres muy sensible, deja de llorar” o “no es para tanto”, se ve confrontado por la emoción del otro y usualmente es esa persona la que no tiene las herramientas para gestionar su propia emoción. Entonces la herramienta que va a elegir es intentar minimizar la emoción, por que le angustia y no sabe como lidiar con esto. Negando la emoción del otro así como él intenta negar las suyas. Sin embargo, es crucial recordar que minimizar es una manera de invalidad las emociones de los demás, ya que no somos quien para definir o etiquetar el nivel con el que la otra persona “debería” sentir.

Recordemos también, que invalidar las emociones de otra persona es una forma de violencia psicóloga y no debe de ser tomada a la ligera. Y no por que yo no sepa manejar mis emociones, tengo que agredir al otro invalidando las suyas. 

El llanto se asocia con la tristeza pero en realidad se puede presenta en una gran variedad de contextos y emociones. Tendemos a asociar el llanto con la debilidad, como si la persona que llora fuera débil y entonces elige llorar.

Llorar es una reacción humana completamente natural. Pero el tener esta concepción es una vez más la sociedad, tratando de separarse de sus emociones. Creando y fortaleciendo a su vez esta clara relación disfuncional que tenemos con ellos.

La cantidad de tiempo y energía que se invierte en hacer esto es abismal y como se establece en esta columna, inútil. Por que lo único que hace es que tengamos esta mala relación con algo inevitable, ¿y si toda esa energía y tiempo la redireccionáramos a tratar de entender, identificar y gestionar nuestras emociones? Quizás, solo quizás, así nos regresemos a nosotrxs mismxs un poco más de manejo sobre las emociones y que ellas no nos manejen a nosotrxs. Esa sí sería algo más parecido al control.

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