Eres magia- el mito de la media naranja

Eres magia- el mito de la media naranja

¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos escuchado e incluso enunciado esta idea de: la media naranja? Idea que conlleva el estar en búsqueda de alguien que nos complemente. Usualmente acompañada también de la noción de que esta persona que nos va a complementar será quien nos haga felices, lo que la felicidad signifique para cada quien. 

¿Sabemos de dónde viene este mito? Les cuento brevemente, viene de una obra El Banquete, narrada por el filósofo Platón, el cual cuenta que los humanos antes éramos “casi perfectos” y teníamos la figura de una esfera.

Teníamos cuatro brazos, cuatro piernas, dos orejas, dos órganos, etc. Continúa diciendo que estos humanos eran tan fuertes que un día osaron retar a los dioses. Júpiter decidió dividir a este gran ser para disminuir su fuerzas.

El problema surge después, ya que cada mitad se dedicaba a encontrar a la otra. Entonces, el concepto inicial viene de un filósofo que lo incluyó en una historia creada por él mismo. Aunque gran historia, es solo eso, quizás deberíamos tomarlo como lo que fue y no como un objetivo de vida.

Existen varios problemas que se pueden atribuir a esta concepción, sin embargo, nos centraremos en dos específicamente. El primero: el comprarnos esta idea y vivirla como una aspiración u objetivo hace que nos percibamos como personas incompletas, como si nos faltara algo, como si tuviéramos un vacío, el cual solo se puede llenar con otra persona.

No solo nos hace vivirnos como personas incompletas que van por la vida con un vacío, pero nos enseña que para estar “completas” dependemos de alguien más, de su voluntad y de sus decisiones. Llevándonos a un estado muy peligroso, la dependencia. 

Pensar así es pensar que alguien más es quien me va a salvar, quien me va a ser feliz, quién me va a hacer mejor persona. Esto, también es un mito, una falacia, un concepto completamente irreal. Pensar así es depositarle a alguien más la responsabilidad de mi persona y de mí vida. Eso, además de ser algo bastante irresponsable, es una fantasía.

La única persona que te va a salvar, sanar y/o hacerte feliz, eres tú mismx. Claro que todo esto se puede compartir con otras personas. Pero no es la fuente de la felicidad, el bienestar o lo que tu quieras lograr no son ellos, la fuente eres tú y es hora de que te hagas responsable de ello. No podemos ir por la vida esperando a que alguien más haga algo por nosotros, no podemos ir por la vida esperando a que alguien más me de lo que me hace falta para hacer algo, felicidad, motivación, seguridad, etc. Por que si no, nos podemos quedar toda una vida esperando. ¿Estamos dispuestxs a correr ese riesgo?

La felicidad no está allá afuera, si seguimos con esta idea, no la vamos a encontrar, si bien la felicidad tiene un diferente definición para cada quien algo que podemos asegurarles es: ni teniendo la mejor relación con alguien externo vamos a poder sanar o llenar los vacíos o la relación que tenemos con nosotrxs mismxs. La única relación que nos va a durar toda la vida, es la que tenemos con nosotrxs mismxs.

Además, esta relación va a ser la pauta con la cual nos vamos a relacionar en el mundo. Es decir la relación que tienes contigo, cómo te tratas, cómo te hablas, qué tanto te conoces, qué tan en contacto estas contigo. Va a ser la manera en la que te relaciones con las demás personas. Creo que es hora de darle la importancia y prioridad que esta relación merece, en vez de enfocarnos en encontrar todo lo que ya tenemos aquí adentro, allá afuera. 

Una relación se construye, el creer que el otro es mi “perfecta otra mitad” nos hace caer en la falsa creencia de que una vez estemos juntos, todo será fácil, y “encajará perfectamente”. Las relaciones se trabajan, tanto la tuya contigo como la tuya con otras personas. Si somos creaturas en constante cambio y en diferentes procesos.

¿Cómo vamos a ser las mismas personas que fuimos cuando conocimos por primera vez a nuestra pareja? Exacto, no somos. Encontrarse, trabajar la relación también es cambiar, evolucionar y compartir procesos juntos. Es volverse a encontrar y continuar descubriéndose individualmente para después poder compartirse.

Cerraremos con lo siguiente: Dejemos de buscar a nuestra otra mitad, no somos medias naranjas, somos la naranja completa. Nuestro propósito en la vida no debería ser encontrar a alguien más. Primero debería ser encontrarme a mí, conocerme a mí, describir quién soy y construir una relación conmigo.

Por qué una relación se construye todos los días. Recordado siempre: la única persona que va a estar conmigo siempre soy yo. No necesitamos a nadie más, nos complementamos con otras personas, pero ella no me van a dar nada que yo no me pueda dar primero. Finalmente, ¿Cómo planeo compartirme con otra persona, si ni siquiera yo me conozco lo suficiente como para tener una relación sana y funcional conmigo misma?

Publicaciones Relacionadas

En busca del estado perdido-Fuerza Aérea

En busca del estado perdido-Fuerza Aérea

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismos que Uni2Noticias no necesariamente comparte
En busca del estado perdido- Familia

En busca del estado perdido- Familia

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismas que Uni2Noticias no necesariamente comparte
En busca del estado perdido-Justicia, la gran deuda

En busca del estado perdido-Justicia, la gran deuda

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus propios autores, mismos que Uni2Noticias no necesariamente comparte

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *