Breve, pero a fondo-Vergüenza: caza de migrantes

Breve, pero a fondo-Vergüenza: caza de migrantes

Por supuesto que se trata de una tragedia y sería casi criminal voltear la mirada hacia otro lado para no ver el trato inhumano del que son objeto cientos de migrantes en México. El despliegue de efectivos de la Guardia Nacional, con el apoyo de agentes del Instituto Nacional de Migración, en municipios de Chiapas, es una muestra de ello.

Aún con este operativo, miles se siguen organizando en caravanas para llegar a Estados Unidos, huyendo del desempleo, la violencia y la inseguridad, que se vive no sólo en los países centroamericanos, sino también aquí.

Al menos cuatro contingentes de migrantes buscan avanzar a pesar de los muros policiacos impuestos por el gobierno de México, que busca afanosamente impedir que crucen por el territorio hacia la frontera norte.

Por ello, es urgente la presencia en México de organismos internaciones defensores de los derechos humanos, para vigilar e impedir que no se violenten las garantías de los migrantes. La actual situación de emergencia así lo amerita.

Este sería el momento oportuno para crear, además, una comisión multinacional efectiva, que recomiende acciones contundentes para asegurar el respeto y la integridad de los miles de migrantes, muchos de ellos, niños y mujeres, y se garantice su libre tránsito al que tienen derecho. México tiene el deber de hacer valer su tradicional y prestigiosa política de asilo, y ser garante de aquellos que buscan refugio en este país.

El gobierno mexicano no debe someterse a las directrices llegadas desde Washington en materia migratoria, ni tampoco asumir a ciegas acciones represoras para inhibir las caravanas que se mantienen expectantes en localidades chiapanecas, para seguir su andar rumbo a la Unión Americana.

El S.O.S. para los migrantes ya se activó, y es menester del gobierno de presidente Andrés Manuel López Obrador, tomar con seriedad este fenómeno, implementando medidas humanitarias responsables, sin ejercer violencia ni permitir la persecución.

Bien hace en tratar de convencer al presidente Joe Biden, para crear un esquema emergente que permita ordenar y regularizar el flujo migratorio.

“De ahí el planteamiento nuestro, vamos a que se otorguen estas visas temporales de trabajo”, dijo ayer el presidente en su mañanera, aunque a todas luces, el deseo no es suficiente, ya que lo importante es encontrar y proponer soluciones serias, viables y duraderas, para que centroamericanos e incluso mexicanos, encuentren en sus países las oportunidades tangibles que les permita vivir y crecer con dignidad.

Por ello, parece casi una broma decir que con la aplicación de programas como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro, en países centroamericanos, se podrá mitigar el fenómeno de la migración.

Ya lo adelantó el presidente desde Palacio Nacional, que el jueves próximo le enviará una carta a Joe Biden en la que le pedirá su colaboración para ordenar estos flujos migratorios, que ya desbordan la frontera sur. En su conferencia de prensa agradeció la sensibilidad del gobierno de Estados Unidos, para enfrentar propositivamente los problemas comunes.

Pero no hay que olvidar que Donald Trump, primero, y ahora Joe Biden, mantienen una política de presión hacia México, para que impida el flujo migratorio hacia su país, y que de su ejecución férrea dependerá que el libre comercio siga fluyendo viento en popa y que las vacunas contra el Covid sigan llegando sin interrupciones.

La Organización de las Naciones Unidas publicó ayer lunes algo que no se debe perder de vista: que la búsqueda de asilo es un derecho humano fundamental, sobre todo para la gente que huye de la violencia, la persecución o de la guerra. “Todos tienen el derecho de buscar asilo”, destacó la ONU.

Éste, sin duda, es un recordatorio que el gobierno de México debe tener en cuenta, y actuar en consecuencia, no con acciones de represión, sino con humanismo, para manejar la crisis migratoria. Sería una vergüenza que todo se limitara a una vulgar cacería de migrantes. Eso sería inconcebible.

Apunte final: La solidaridad debe ser el sello que marque el carácter de nuestra Nación. El olvido, en cualquier nivel y alcance, es despreciable e inhumano.

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