Breve, pero a fondo-“Patria o muerte…”

Ponernos en la disyuntiva de “Patria o muerte…” ya no tiene lógica, sobre todo porque el voto alcanzó unas de sus máximas expresiones en las elecciones de 2018, cuando millones de mexicanos se lanzaron a las urnas para sufragar libremente.

Ahora el grito de “Patria y vida” debe ser el que prevalezca en naciones como la nuestra, que busca a toda costa salir adelante sin morir en el intento. El ejemplo ya lo dio esa juventud vibrante de Cuba, que reclama libertades que por décadas no ha tenido y mucho menos gozado.

Aquí, que disfrutamos de muchos derechos que le son negados deliberadamente a pueblos enteros en el mundo, comienzan a sonar voces que dan visos de autoritarismo. La critica comienza a no ser bien vista en la cúpula gobernante, y sus repercusiones ya saltan a la vista. Desde las mañaneras se acusa a detractores de formar parte de una maquinaria que busca desestabilizar, de frenar y obstaculizar, la transformación que reclama un país, que ahora está dividido.

Apoyar a regímenes autoritarios como el cubano, reclama una reflexión, sobre todo cuando un pueblo considera trasnochada esa consigna revolucionaria de “Patria o muerte, venceremos”, y que ahora reclama una vida plena y democrática.

En México pareciera que vamos en sentido contrario, y que la consigna ahora es hacer Patria apoyando al actual gobierno, porque de lo contrario serías un traidor que no merece vivir. En otras palabras, el Patria o muerte, cobra vigencia en este país.

No hay que perder de vista lo que sucede en Cuba, ya que no es menor que su gente se la juegue para alcanzar las libertades que por muchos años se les ha negado en nombre de su revolución. En este momento, no se puede, ni se vale, regatear la solidaridad con esos jóvenes que reclaman un cambio básico en su gobierno, considerado por muchos, monolítico y retrógrado. Aunque parezca una obviedad, hay que recordar que el mundo de hoy no es el mismo que hace 62 años, cuando los barbudos de Sierra Maestra derrocaron en 1959 al dictador Fulgencio Batista.

Quien a apoya a un gobierno autoritario sólo revela su ADN, por ello, es importante respaldar las causas justas, sin pretender argumentar que estos movimientos responden a fuerzas oscuras que tienen origen en la ultraderecha, en el conservadurismo o en el imperio de occidente. Ver con simpatía la demanda de Patria y vida de miles de cubanos en la isla, es alentar los principios democráticos, incluyendo todas sus libertades.

Ojalá, y no se equivoque nadie, porque insinuar que una dictadura tiene la razón, podría ser uno de los más grandes errores que se pueda cometer y por mucho.

Hay que apostar por la renovación y consolidación de los procesos democráticos, no sólo en México, sino en cualquier nación. Lo sucedido en Cuba es una muestra de ese cambio que ya exige su propio pueblo.

Sin embargo, es evidente que hay otros factores que están detonando estas movilizaciones, entre estas, el desgaste en las estructuras de gobierno, el mal manejo de la pandemia y la brutal contracción económica que atenta contra el bienestar de muchos países. En Nicaragua y Colombia, también hay que estar pendientes, ya que sus jóvenes también buscan acabar con regímenes caducos y consolidar sociedades democráticas y más igualitarias. De ahí que hay que privilegiar ese grito de miles de jóvenes que reclaman a todo pulmón, Patria y vida. Las dos cosas caben en la democracia.