Breve, pero a fondo-Cuestión de vida o muerte

El reloj ya está en su fase de cuenta regresiva. La Cumbre del Clima ya está a la vuelta de la esquina y seguramente será uno de los más importantes cónclaves para discutir sobre una de las amenazas que tiene en jaque la existencia del planeta: el cambio climático.

El tema no es menor, se trata de una cuestión de vida o muerte, de ahí que por lo menos 120 Jefes de Estado y de Gobierno, hayan respondido a la convocatoria para estar presentes en el Scottish Event Campus, en la ciudad portuaria de Glasgow, Escocia, a partir del próximo domingo.

Bautizada oficialmente como la 26.ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la Cumbre tendrá ante sí la compleja tarea de definir acciones que permitan aliviar o revertir de forma urgente el trastorno climático. La inseguridad alimentaria, la pobreza, el desplazamiento de poblaciones enteras y el colapso de los ecosistemas, son algunos de los efectos directos del cambio climático.

Se espera que unos 20 mil especialistas participen en encuentros oficiales y paralelos, en los que se debatirán sobre las medidas que los gobiernos del mundo tienen la obligación de asumir, si no quieren ver devastado al planeta en el corto plazo.

A la par de esta Cumbre, se esperan grandes manifestaciones callejeras en toda la ciudad, principalmente el sábado 6 de noviembre, fecha que fue designada como el Día de Acción Global por la Justicia Climática. Se calcula que por lo menos 100 mil personas llegadas de todo el mundo participen en la que se prevé sea una mega manifestación. Unos 10 mil policías se encargarán de la seguridad en la COP26.

Sin duda, esta conferencia convocada por la Organización de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global, se da en un momento crucial para enfrentar la amenaza del cambio climático, que ya se manifiesta con inundaciones, deshielos en los polos o en sequías, entre otros efectos devastadores.

Entre los objetivos que se contempla alcanzar en esta Convención están la reducción de las emisiones de gas por la quema de petróleo, carbón o gas, lo que alienta el calentamiento global. Habrá temas que de alguna forma deberán ser tomados por México como mensaje, ya que los científicos consideran que las naciones del mundo deben marcar distancia de los combustibles fósiles si quieren evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.

 En México, el uso de combustóleo, que contiene cantidades importantes de cenizas, azufre y nitrógeno, para generar electricidad es una realidad, y en lugar de apostar por energías limpias, se está construyendo además una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco. Es por decir lo menos, un despropósito del gobierno mexicano en la causa por salvaguardar la salud del planeta.

Por eso resulta extraña la declaración emitida por la Secretaría del Medio Ambiente que afirmó ayer que esta convención representa una gran oportunidad para continuar trabajando con todos los países en desarrollar acciones climáticas ambiciosas a fin de integrar una visión que atienda de manera integral las problemáticas comunes.

Tendría, entonces, que poner el ejemplo contribuyendo con acciones que frenen la amenaza del cambio climático, imponiendo políticas que alienten las energías limpias.

Según el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, México considera de gran importancia en este foro establecer un objetivo de financiamiento climático más ambicioso, que permita a los países en desarrollo llevar a cabo acciones de adaptación de manera oportuna, así como acelerar el cumplimiento de sus compromisos climáticos.

Ahora más que nunca es importante el compromiso del concierto internacional para enfrentar el desafío de acabar con la emisión de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura promedio del mundo siga aumentando de manera exponencial.

Las discusiones sobre el cambio climático que se extenderán hasta el próximo 12 de noviembre, deberán resultar en compromisos tangibles, concretos, si lo que se pretende es evitar que el planeta enferme y, más aún, caiga en una fase terminal.

Apunte final: No exijamos a los demás hacer algo que nosotros mismos no estemos dispuestos a realizar.